Las bandas armadas atacaron dos de las cárceles más grandes del país: La Capitale y Croix des Bouquets, dejando decenas de muertos.
El Gobierno de Haití decretó Estado de Emergencia y toque de queda nocturno en Puerto Príncipe, luego de que bandas criminales liberaran a 3.500 presos de las cárceles y dejaran a su paso decenas de muertos.
A través de un comunicado, el Ejecutivo indicó que a fin de “restablecer el orden y tomar las medidas apropiadas para recuperar el control de la situación”, el toque de queda regirá hasta el miércoles 06 de marzo desde las 18:00 a las 05:00 horas.
“Las fuerza del orden han recibido el mandato de usar todos los medios legales a su disposición para que se respete el alto el fuego y detener a los infractores”, añadió la nota firmada por Patrick Michel Boivert, primer ministro del país.
La medida fue tomada ante “la degradación de la seguridad, en especial en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, caracterizada por actos criminales cada vez más violentos perpetrados por las bandas armadas que provocan desplazamientos masivos de población, y consistentes sobre todo en secuestros y asesinatos de pacíficos ciudadanos, violencia ejercida contra mujeres y niños, saqueos y robos de bienes públicos y privados”, indicó el Gobierno.
Enfrentamiento armado en dos cárceles
Según informaron las autoridades, las bandas armadas atacaron a dos de las cárceles más grandes del país: La Capitale y Croix des Bouquets.
“Causaron decenas de muertos y heridos en las filas de la Policía y del personal penitenciario, además de la fuga de peligrosos prisioneros y actos de vandalismo de esos lugares”, unas acciones que “ponen en peligro la seguridad nacional”, agregaron.
Medios internacionales aseguraron que el objetivo de los grupos violentos sería aumentar su poderío antes de la llegada a Haití de la misión multinacional de apoyo a la seguridad que encabezará Kenia.
Esto, luego que ambos países firmaran en Nairobi un acuerdo para permitir el despliegue de mil policías, en el marco de una misión de apoyo a la seguridad que los kenianos liderarán y a la que la ONU aprobó durante el año pasado.
